Un pequeño alivio en un viaje difícil

La ruta migratoria a través de Centroamérica puede ser peligrosa y agotadora. En su camino hacia Norteamérica, muchas personas que han decidido migrar se enfrentan a múltiples desafíos durante su viaje que pueden representar un riesgo en contra su vida y su bienestar. Sin embargo, en su travesía, encuentran apoyo de voluntarios de la Cruz Roja Hondureña quienes están listos en puntos de servicio humanitarios entregando agua, alimentos y atención médica.

Según datos del Instituto Nacional de Migración de Honduras (INM), el ingreso de personas migrantes al país en 2022 subió un 973.7% en comparación con el año anterior. Cuba, Venezuela, Ecuador, Haití y Colombia son las nacionalidades que más prevalencia tienen en los grupos que atraviesan las fronteras hondureñas.

Pero más allá de las estadísticas, que si bien es cierto contextualizan la complejidad de la situación migratoria en Centroamérica, es importante entender que muchas de estas personas llevan semanas o meses en tránsito. Muchos de ellos inician su viaje desde Sudamérica y para luego pasar una de las rutas más peligrosas en este tramo, el tapón del Darién en Panamá.

Al llegar a Honduras, las necesidades de las personas migrantes en este punto de su trayectoria van mucho más allá de hidratación, alimentación y refugio. Para Cruz Roja Hondureña, brindar apoyo psicosocial es crucial para ayudarles a enfrentar las dificultades emocionales y traumas que puedan vivir a lo largo de su viaje.

Un espacio seguro a lo largo de la ruta migratoria

Trojes, una comunidad pequeña en el departamento de El Paraíso en Honduras, se ha convertido en uno de los puntos de tránsito principales para personas migrantes que cruzan la frontera con Nicaragua. Según datos del INM En el 2022, los municipios de Trojes y Danlí registraron el 73.7% de ingresos al país. Considerando la importancia de este punto, un grupo de voluntarios de la Cruz Roja Hondureña recibe a personas en Trojes en un espacio amigable y seguro.
Entre ellos, se encuentra Pedro Luis Mejía, encargado del área de apoyo psicosocial. «Ellos en el camino atraviesan muchas dificultades y en algunos casos es necesario un poco de desahogo y nosotros en este punto estamos ofreciendo un espacio amigable, un espacio seguro en el cual podamos ayudarles».

Además del apoyo psicosocial, la Cruz Roja también brinda ayuda práctica, entregando kits de higiene, kits de bioseguridad y primeros auxilios médicos, así como meriendas, hidratación. «Si ellos tienen alguna herida o alguna infección, se les hace una limpieza de la herida, se les cura, y se les da hidratación con suero», explica Jennifer Morales, una de las expertas en apoyo psicosocial de Cruz Roja Hondureña.

La labor de los voluntarios ha brindado un gran alivio para muchas personas, especialmente a quienes llevan un largo camino recorrido en busca de mejorar sus vidas y las de sus familias. «Mi sueño es llegar y trabajar, y sacar adelante a toda mi familia,” dice uno de los migrantes que recibió atención por parte de Cruz Roja en Trojes. “Después que esté bien, estable y con un buen trabajito, sí, les llevo a toda mi familia, a mis hijos a mi esposa».