Transformar vidas entre rejas
En centros penitenciarios de la ciudad de México, personas voluntarias de Cruz Roja no sólo salvan vidas, sino que dejan un efecto dominó de compasión hacia los demás.
Voluntarios de la Media Luna Roja Árabe Siria ayudan a mujeres en sillas de ruedas a cruzar las líneas de combate para que puedan recibir atención médica en Alepo, ciudad convulsionada por la guerra. Fotografía: REUTERS/Ammar Abdullah
Las diversas fotografías que presentamos a continuación muestran los peligros que la gente afronta a diario en situaciones tales como incendios forestales en el oeste de Canadá, explosiones de bombas en Alepo (Siria), o muchísimas emergencias o crisis de salud de pequeña escala que no captan la atención a nivel internacional. Estas imágenes brindan también la oportunidad de reflexionar sobre acciones concretas que la comunidad internacional puede emprender para velar por que los equipos de primera intervención estén mejor apoyados y protegidos. Después de todo, un día nuestra vida podría depender de ello.
En la mayoría de las emergencias, los que viven y trabajan en la zona afectada son los primeros en intervenir, como por ejemplo estos trabajadores de la Cruz Roja Ecuatoriana, encargados de las tareas de rescate tras el terremoto de abril de 2016. En los conflictos o crisis de larga duración es también esencial la presencia prolongada de estos grupos de primera intervención locales, que cuentan con la confianza de todas las partes. Fotografía: REUTERS/Henry Romero
Las redes de voluntarios locales han desempeñado un papel fundamental para los migrantes que han cruzado el mar Mediterráneo en los últimos años. En esta fotografía se ve a un voluntario de la Cruz Roja Helénica guiando un barco lleno de refugiados a un lugar seguro en la isla griega de Lesbos, uno de los principales puntos de entrada para los migrantes que llegan a Europa. Fotografía: Jarkko Mikkonen/Cruz Roja Finlandesa
Ilias Meliadis, voluntario del equipo de rescate de la Cruz Roja Helénica ayuda a un niño a desembarcar en la playa de Lesbos. Fotografía: Jarkko Mikkonen/Cruz Roja Finlandesa
A menudo los equipos de primera intervención locales están presentes cuando no hay nadie cerca. Aquí, colaboradores de la Media Luna Roja Libia se ocupan de los cuerpos de migrantes que perdieron la vida después de que su barco se hundiera frente a la costa oriental de Trípoli, en octubre de 2015. Los voluntarios de la Cruz Roja velaron por que se hiciera todo lo necesario para identificar a las personas fallecidas y darles una sepultura digna. Fotografía: REUTERS/Ismail Zetouni
En muchos países afectados por conflictos políticos o armados, los voluntarios locales son los únicos que pueden acceder a las zonas de tensión y atender a las necesidades extremas que sufren las personas en tales situaciones. En esta fotografía, trabajadores de la Media Luna Roja de Irak brindan ayuda a las personas que huyeron de los intensos combates en Faluya y los pueblos aledaños, en junio de 2016. Fotografía: Media Luna Roja de Irak/ Federación Internacional
Muchas veces las personas que más prestan ayuda en las crisis sufren ellas mismas grandes dificultades. Cuando en junio estallaron los combates en Wau, ciudad situada en el centro de Sudán del Sur, Christina fue uno de los muchos voluntarios de la Cruz Roja de Sudán del Sur que tuvieron que huir. Hoy ayuda a las personas desplazadas a tomar conciencia sobre la forma de mantener la higiene en condiciones difíciles. Fotografía: Alyona Synenko/CICR
Jing Luen, voluntario de la Cruz Roja , fue uno de los muchos voluntarios que asistieron a la población tras el tifón Nepartak, que se abatió sobre la zona en julio de 2016 provocando daños generalizados. Fotografía: Sam Smith/Federación Internacional
Jing Luen, voluntario de la Cruz Roja , fue uno de los muchos voluntarios que asistieron a la población tras el tifón Nepartak, que se abatió sobre la zona en julio de 2016 provocando daños generalizados. Fotografía: Sam Smith/Federación Internacional
Los equipos de primera intervención locales trabajan con otros equipos de socorristas locales, nacionales y, a veces, internacionales. Cuando este año se produjeron los incendios forestales que destruyeron poblaciones enteras en el oeste de Canadá, se movilizaron cuerpos de bomberos de todo el mundo. La Cruz Roja Canadiense completó estos esfuerzos recaudando dinero para la labor de socorro y ofreciendo apoyo a las personas que necesitaban alojamiento y buscaban a sus seres queridos desplazados. Fotografía: REUTERS/Mark Blinch
Los equipos de primera intervención locales también cumplen una labor primordial porque se movilizan en caso de miles de desastres de escala relativamente pequeña, que en total se cobran la vida de un número de personas similar al de las grandes catástrofes, pero no captan la atención de los medios de comunicación ni de las organizaciones humanitarias internacionales. En esta fotografía, los equipos de rescate de la Cruz Roja de Kenia evacúan a una mujer de entre los escombros de un edificio de seis pisos que se derrumbó tras las intensas lluvias registradas en Nairobi (Kenia), en mayo de 2016. Fotografía: REUTERS/Thomas Mukoya
Según diversos estudios, el 90% de las personas que han logrado sobrevivir a una emergencia lo han hecho gracias a los primeros auxilios. Por esta razón el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja capacita en primeros auxilios a personas de todos los campos de actividad. En esta fotografía colaboradores del CICR y la Media Luna Roja Palestina imparten capacitación a los guardias en la mezquita de Al-Aqsa, en la ciudad vieja de Jerusalén, que acoge a miles de visitantes cada año. Se atienden muy diversos casos, desde golpes de calor hasta consecuencias de la violencia que puede estallar en esta ciudad políticamente tensa. Fotografía: Jesús Andrés Serrano Redondo/CICR
A fin de reforzar la acción local en casos de emergencia, la Federación Internacional ha creado los llamados equipos regionales de intervención a raíz de desastres, que tienen conocimientos especializados en diversas materias. Aquí Isara Iose, miembro de uno de esos equipos de la Cruz Roja de Samoa, especialista en agua, saneamiento e higiene, colabora con un equipo de voluntarios de la Cruz Roja de Fiji a fin de reconstruir retretes, tras el ciclón Winston en febrero de 2016. Fotografía: Corinne Ambler/Federación Internacional
En las zonas de conflicto o en otras situaciones de crisis persistente, cada día se producen nuevas emergencias a las que los trabajadores humanitarios deben atender. A veces, estas personas trabajan para las organizaciones internacionales presentes desde hace mucho tiempo en el país afectado. Por ejemplo, en Saada (Yemen) empleados locales del CICR distribuyen artículos para el hogar a las personas afectadas por los combates. Fotografía: CICR
Para voluntarios como Sami Rahikainen, es crucial construir confianza con migrantes que llegan a un lugar nuevo en busca de una vida completamente nueva. Esta es su historia.